UNA PELÍCULA: ENTRELOBOS

Drama. Naturaleza. 114 min. Director: Gerardo Olivares. Reparto: Juan José Ballesta, Sancho Gracia.

Hoy vengo con una película estrenada hace muy poco, se titula "Entrelobos" y es una historia tan extraordinaria como increíble por eso hay que añadir que se trata de un caso real, hay en ella una mirada que se enfrenta a la verdad pues se contrapone a todos nosotros como hombres modernos que pasamos la mayor parte de nuestra vida en el seno de grupos humanos y organizaciones (escuela, familia, empresa...).

La literatura nos ha mostrado en muchas ocasiones la fusión del hombre con el medio natural, sin ir más lejos con Tarzán o en el Libro de la Selva, historias en las que se da vida a personas que desconociendo lo que es la sociedad no la necesitan y rompen las reglas de que sin ella es imposible vivir, sobre todo en el siglo en que estamos ya que en la época de las cavernas la subsistencia se cifraba en la comida y en la reproducción casi en exclusiva. La socialización era muy limitada si la comparamos con la evolución de la humanidad hasta nuestros días.
El protagonista primero por la necesidad del padre y después por la fatalidad se vio obligado a formar parte de otro mundo. Una lección sobre lo cerca o lejos que estamos de la vida que llamamos "salvaje". Suponemos que para ser aceptado como uno más en la manada hay que desprenderse de todo bagaje, bajar hasta la escala primitiva de los gestos, en un complejo fenómeno de interacción donde el individuo como ser gregario se despoja del enriquecimiento que supone pertenecer a un grupo, más adelante veremos que los primeros contactos con la "civilización" no fueron una buena experiencia.

Algo que no muestra la película es cómo le trató la gente de la ciudad, cómo aprendió a hablar de nuevo, cómo se relacionó y las dificultades que tuvo para adaptarse a un entorno que hacía mucho tiempo atrás había dejado de ser el suyo. Una historia auténtica sujeta a interpretaciones, una forma de conocer la vida de una comarca de Sierra Morena entre la postguerra y la emigración hasta los años 70 del siglo pasado.

El tema central es el niño-pastor vendido por su padre en la más tierna infancia el cual aprendió el oficio a cambio de un pedazo de pan que el dueño del rebaño le llevaba de vez en cuando hasta que un día desapareció en el monte y nunca más se supo del que fuera su amo. Este niño sabía cazar, cuidar cabras, buscar el sustento, acercarse a los animales, hacer fuego y estar solo hasta conseguir la confianza de los lobos y convertirse en jefe de la manada, cazando conejos, subiendo a las rocas, azuzando a los venados, buscando plantas, imitando el sonido de la perdiz, pescando en el río, haciendo trampas y aprendiendo a aullar como llamada, por eso es todo un misterio que los lobos que no lo han visto nunca lo huelan, se le acerquen y juegen con él como si fuera un semejante.

Diecinueve años tenía cuando lo delataron, llevaba el cabello larguísimo y la piel curtida, lo detuvieron y enviaron a Madrid con unas monjas, poco después lo bautizaron y más adelante tuvo que hacer el servicio militar, una vez en el mundo laboral no fue tratado bien, supo en su propia piel el significado de la burla y el desprecio de una sociedad que en ocasiones hace daño y ataca y sólo entonces, él que había vivido en el monte con las fieras conoció lo que es vivir en la ciudad entre alimañas.