Repite: El mundo está en paz y yo también

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sábado, 10 de marzo de 2018

PLENA INCLUSIÓN EN EL DÍA DE LA MUJER



Como ya sabemos, el día 8 de marzo fueron muchos los colectivos que participaron en la manifestación convocada, las fotografías que hoy presento corresponden a "Plena Inclusión Aragón", los cuales quieren recordarnos la doble discriminación que sufren las mujeres con discapacidad intelectual.           

Ya a primeras hora de la mañana exponían los motivos que les llevaron a participar en esa convocatoria.  Ellas aseguran que cuando reclaman algo, no se les tiene en cuenta.

Si bien es cierto que existen muchas desigualdades entre hombres y mujeres, todavía es mayor cuando existe una discapacidad, por eso deseaban a todas un feliz día, esperando que cualquier fecha del año sea 8 de marzo

No podemos olvidar que valores, capacidades y emociones, forman parte de las personas independientemente de su género.  A esto hay que añadir que la mayoría de la plantilla de los Centros son mujeres (monitoras, recepcionistas, psicólogas, enfermeras, etc.)., y son muchos los Centros, por no decir todos, que luchan por construir un mundo a medida de las personas. También estuvieron presentes los hombres concienciados por la igualdad de derechos, quienes no cesaron de repetir que ellas valen y ¡mucho!


A veces, cuando sufren abusos o violencia, tienen más dificultad que cualquier otro ciudadano para acceder a la justicia, cuentan con mayor tasa de desempleo con respecto a los varones discapacitados y sólo piden a las empresas que valoren su talento.


Los medios de comunicación no suelen ofrecer una imagen real, están cansadas de los tópicos y de lenguajes paternalistas y de no ser escuchadas en los temas que les afectan.  "Que tengamos limitaciones no es motivo para que seamos tratadas de forma diferente".


Este grupo social desfavorecido sufre maltrato, falta de oportunidades, explotación financiera (control del dinero), esterilización forzada, incomprensión y falta de acceso a la denuncia, cuenta con menor educación sexual, y no es una persona asexuada.  Solo una de cada diez encuentra trabajo.  Entre las agresiones físicas o psicológicas encontramos testimonios que sorprenden, a veces les quitan los andadores y sillas de ruedas, les niegan el acceso a medicamentos, les obligan a quedarse con la ropa interior sucia contra su voluntad, les impiden acceso a los alimentos, o las tocan indebidamente mientras las bañan o las visten, les quitan las llaves de casa, les quitan dinero para hacer la compra diaria, les desconectan el teléfono para dejarlas incomunicadas, se da poco valor a sus opiniones en público, les controlan las entradas y salidas de casa, se falsifica su firma, se le obliga a firmar documentos... Quién va a pensar que estas personas no reciben todo el amor del mundo por estar como están, la mayoría sí pero nadie habla de esa otra parte afectada que parece invisible.



Bien es verdad que la mujer está sufriendo violencia machista, agresión sexual y acoso en las calles.  Está ganando menos dinero desempeñando el mismo trabajo, y muchas están siendo asesinadas ante una Justicia que no parece estar preparada para defenderlas.  Hay que acabar con los insultos, el menosprecio y la amenaza verbal.  La mujer discapacitada está acostumbrada a que la llamen torpe, inútil, inferior y ridícula.

Mi agradecimiento a mi amiga María por facilitarme estas fotografías, en las que ella no deseaba aparecer, porque según sus palabras: "Ellos son los que tienen que ser visibles", "Me daría mucho apuro, yo no soy importante", "Fue un día emocionante en el que también fuimos a representar a las que por alguna razón no pudieron acudir".
Gracias, María, por responder tan generosamente a mi solicitud.