Foto: Puente colgante. Capacidad para 15 personas. Prohibido mecerse. Esta foto la hice en Costa Rica.
Los puentes son mi debilidad así que con algunas de mis fotos y con la frase del dramaturgo cubano Ulises Rodríguez que da título a esta entrada quiero hablar de los puentes como nexo de unión para el diálogo entre dos, su simbolismo se encuentra en las dos orillas y los dos estados diferentes.

Ellos nos sustentan, elevan y transitan con su belleza y su historia, desafiando al peligro. Sin ellos se necesita un barco o un bote y esperar. Un puente es un reto a la naturaleza y a la inventiva humana, ellos generan cercanía y comunicación uniendo nuestros lados más humanos. Desde la antigüedad los puentes han sido utilizados por la humanidad para salvar obstáculos.
Sobre los pasos, el puente se desdobla sin agotar el camino, se difumina la distancia entre lo tradicional y lo moderno, entre necesidades y expectativas de la que depende, no la supervivencia de una cultura, sino la calidad de vida.

Muchos son los grupos de personas que improvisan sus viviendas con cartones a modo de chabola bajo los arcos de los puentes debido a las escasas oportunidades económicas y las vueltas que da la vida, los puentes son definidos como una construcción que se hace sobre ríos, fosos u otros lugares para poder acceder de un lado a otro, ya el hombre prehistórico utilizó el árbol para conectar las dos orillas o losas de piedra para arroyos pequeños, después vinieron de troncos o tablones y más tarde se usaron vigas transversales. Los hay de piedra, de hierro, de madera, colgantes y hasta de raíces, cuerdas gruesas o sujetos con cables o cadenas, algunos están tan pobremente construidos que raramente soportan cargas pesadas, esa insuficiencia hizo que se desarrollaran mejores puentes.

En la India los puentes elaborados por las tribus locales a partir de raíces pueden llegar a soportar el peso de unas 50 personas, son puentes naturales y se les llama vivos porque son zonas húmedas y las raíces siguen creciendo cada vez más haciéndolos muy seguros.
Los puentes cambian las vidas de las comunidades, gracias a ellos se pueden vender mejor las cosechas; las mujeres y los niños llegan antes al consultorio médico o al colegio porque vadear un río es jugarse la vida dependiendo del caudal y la fuerza de las aguas.

Foto: Puente próximo al Barrio de La Guaria, en Barranca-Puntarenas (Costa Rica).
Me enamoré de este puente nada más verlo, el hierro le da aspecto de fuerza, está oxidado, crecen las hierbas, el piso tiene huecos y una parte es de madera. Pocos caminan por él, quien lo hace no mira nunca hacia abajo, aquel día yo iba en bus y le pedí al chofer si podía reducir la marcha, me gustó tanto que a la primera ocasión llegué a pie para verlo de cerca y asomarme al impresionante río Barranca a cuyas orillas selváticas hay una vegetación que intimida.

Saramago en su novela La Caverna nos dice: "... las palabras no son nada más que piedras dispuestas atravesando el río, están ahí para alcanzar la otra margen..."
Foto: Puente medieval en Canfranc llamado "puente de abajo" o de los "peregrinos".
En África, en épocas de lluvias hay ríos que crecen metros de altura, se llenan de cocodrilos por lo que durante semanas o meses las comunidades quedan aisladas, a veces el rodeo que hay que dar hasta el puente más próximo puede ser de bastantes kilómetros.
Hoy más que nunca se hace necesario tender puentes para aprovechar la riqueza de ambos mundos

Foto: Puente en Rotterdam
“[…] Y el puente –comenta en medio de la novela el narrador- continuaba irguiéndose, como siempre, con su eterna juventud, la juventud de una concepción perfecta y de las grandes y estimables obras del hombre, que ignoran lo que sea envejecer y cambiar y que no comparten –al menos, ésa es la impresión que dan- el destino de las cosas efímeras de este bajo mundo”. 
Foto: Puente de la Amistad de Taiwán en Costa Rica.
FRAGMENTOS DE UNA CANCIÓN DE PEDRO GUERRA
Debajo del puente, en el río
hay un mundo de gente,abajo, en el río, en el puente.Y arriba del puentelas cosas pendientes,la gente que pasa,que mira y no siente.Y arriba del puenteestán los de arriba,están los de abajo,que es menos que arriba,y luego está el puente,que es menos que abajo.Yo pienso en mi casa,mi amor, mi trabajo.Y arriba del puentelas ocho con frío,lo tuyo es lo tuyo,lo mío es lo mío,cualquiera te vendeun billete hasta el río.