CANDELA ENCENDIDA

Actuación en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter.  Barrio de San José de Zaragoza.

"..y planta en cada puerta un brote de esperanza,

y en cada mesa enciende el calor familiar

que congrega y concita, mezclados con nostalgia,

los mágicos recuerdos de la temprana edad.

........ tiempo de ritual en la mesa,

de luz en las ventanas y una estrella interior

que nos va recorriendo el alma por sorpresa

y alumbra en el portal de nuestro corazón."

Poema de José Antonio Olivar.

¿DÓNDE? 

Búscalo en los pies desnudos, que al lado del camino, no saben a ciencia cierta dónde los lleva el destino.

Búscalo en la mano ruda que se apoya en el arado para cultivar la tierra que le sobra al potentado, búscalo en las amarguras que padecen tus hermanos.

Búscalo en el niño pobre que no tiene qué comer, búscalo en la madre enferma que se muere sin querer.

Búscalo en el campesino que entre lágrimas contempla, una siembra fracasada que no le dará cosecha.

Búscalo en el mar profundo, las olas vienen y van como lágrimas que gritan: "¡búscalo en otro lugar!"

Búscalo en los marginados que no dicen nada porque los acalla la voz del más fuerte.

Búscalo en una trinchera donde el ruido del cañón, apaga con ronco acento, la voz clara del amor.

Búscalo en una frontera en donde la guerra cruel, revive la triste historia de Caín matando a Abel.

Belén de la Iglesia de San Antonio de Padua-Capuchinos en el zaragozano barrio de Torrero.

Que todos tengan trabajo y libertad

Que no duerma nadie en la calle

Que nos amemos sin prejuicios

Que no nos dividan más con banderas

Que la juventud recobre la esperanza

Que se concrete la unidad planetaria

¡Ojalá, Ojalá...!

Esta es la puesta de sol desde mi balcón el 21 de diciembre y merecía que se le prestara atención, era preciso abrir los ojos para ver los colores cambiantes que se fueron sucediendo en pocos minutos y prestar oídos en un momento en que el sol tiene una gran capacidad evocadora y es que la naturaleza no está callada, cada hora y paisaje tiene su nota, su sonido, su música y esta vez lo que se oía era el latido de mi corazón al atardecer.

Cuando empezaba  a morir el día apagando su lámpara hasta la aurora, aparecía la luz de un nuevo ocaso como presencia ardiente.  Luz para el que avanza desolado, luz para el que vaga perdido y solitario, luz para el sediento de verdades, luz para el hombre que vive sin fronteras, luz para la sensatez, luz para la ceguera, luz para disfrutar de la creación con toda su majestad y hermosura, luz para hallar lo que buscamos, luz que hace la noche mediodía, luz para echar una mirada y darnos cuenta del poder asombroso y sobrecogedor de la existencia, sólo cuando el sol se alza en el cielo podemos ver la diferencia entre lo real y lo imaginado y porque el mundo nos sigue hablando y nosotros estamos cada vez más esquivos. 

 Que la conciencia nos clarifique el camino de este nuevo año que hoy comienza.