Un año más imperó la originalidad, los materiales para construir las "embarcaciones" fueron el corcho, los neumáticos, la madera e incluso pudimos ver alguna balsa realizada con bidones, tampoco faltó seguridad en sí mismos dado que pocos llevaban chaleco salvavidas. Ingenio y creatividad para llegar a buen puerto, ya fuera secos o mojados y nadie se olvidó del vino, la longaniza o los frutos secos, que a media mañana y después del ejercicio de remar, un refrigerio no es lo de menos.
Si no recuerdo mal, con respecto a las antenas una de las cosas que se exigía era monitorizar el correcto funcionamiento de estos dispositivos, midiendo los niveles de emisión que producen en todo momento. El peligro de la hipersensibilidad a los campos electromagnéticos puede hacer que algunas personas desarrollen algún tipo de cáncer o enfermedades neurodegenerativas.
Caminando por la orilla del Canal Imperial de Aragón esto es lo que pudimos ver los menos atrevidos. El punto de partida, la pasarela del Rincón de Goya y la llegada a la altura del Parque de La Paz donde hubo comida, puestos de artesanos y colectivos. En estos momentos siguen los grupos de música que actuarán durante toda la tarde. Ha sido jornada de reivindicaciones.
Hemos podido leer una pancarta en defensa de la paz y otra que decía: "Agricultor, lo que necesitas es amor", porque con el pantano se arruina a un territorio y se beneficia a otro; en una tercera pancarta se pedía menos gasto en ejercito y más en asuntos sociales.
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