HOY 8 DE SEPTIEMBRE. DÍA INTERNACIONAL DE LA ALFABETIZACIÓN

Educar es dar oportunidades

Decía la Campaña Mundial por la Educación que en algunos países el 50% del profesorado no ha recibido formación profesional específica y algunos tienen casi un centenar de estudiantes por docente en la enseñanza primaria.
Cuando se habla de alfabetización también nos referimos a promover la formación de líderes y de organizaciones de base, ofreciendo propuestas de desarrollo comunitario para mejorar las opciones de futuro de los jóvenes. Pero no simplemente al aprendizaje de la lectura y escritura, que ciertamente ya es mucho sino a esas habilidades psicosociales para la vida que ayudan a mejorar las relaciones interpersonales, el saber manejar conflictos, el manejar el mundo afectivo y poder relacionarse asertivamente según las necesidades más sentidas en el entorno de cada escuela. De esta manera las enseñanzas recibidas se incorporarán a las actividades cotidianas, producirá cambios tanto individuales, como interpersonales y también en el clima escolar.
La alfabetización no puede estar sujeta exclusivamente a un estándar académico, con evaluaciones y mediciones de la eficiencia sino que los contenidos teóricos han de desplazarse a situaciones concretas, a veces, particularmente duras. Esa será la mejor lección aprendida y sólo así se podrá avanzar.

Poema de Antonio Machado.

Una tarde parda y fría de invierno.

Los colegiales estudian.

Monotonía de lluvia

tras los cristales.

Es la clase. En un cartel

se representa a Caín

fugitivo, y muerto Abel,

junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco

truena el maestro, un anciano

mal vestido, enjuto y seco,

que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil

va cantando la lección:

«mil veces ciento, cien mil;

mil veces mil, un millón».

Una tarde parda y fría de invierno.

Los colegiales estudian.

Monotonía de lluvia

tras los cristales.

Constantemente se hacen campañas con el objetivo de mejorar las condiciones educativas de los niños en extrema pobreza, niños que no cuentan con materiales didácticos ni siquiera un fondo bibliográfico de consulta, excluidos de la educación infantil acceden a la primaria en condiciones de desventaja en cuanto a su formación motriz y su interés por el mundo de la lectura. En un día como hoy no podemos olvidar a los adultos que también necesitan de la alfabetización a lo largo de toda su vida y que son protagonistas de los altos índices de analfabetismo, sobre todo las mujeres. Los presupuestos para educación son muy bajos en relación a las necesidades existentes, hay disparidades de género en las escuelas y falta de formación en los educadores del sistema público.

Mi opinión es que debe ser una política prioritaria porque se necesita toda una nación para educar a un niño y porque creo en esa pasión individual que todos tenemos por el conocimiento.

“Si quieres aprender, enseña”. Cicerón