Hay una frase de San Agustín que nos recuerda que tenemos dos manos cada vez que alguien precise una. Fue el domingo por la mañana cuando me encontré en el patio de casa con dos garrafas vacías, tras examinarlas me acerqué a leer lo que había escrito en ellas, al parecer la iniciativa ha pegado muy fuerte, se trata de la lucha de unos padres por su hija; desde que el padre apareció en televisión pidiendo el apoyo y la solidaridad de todos, la gente se ha volcado, en julio comenzó la campaña y la familia no se rinde, parece mentira que lo que empezó siendo una idea se esté llevando a cabo y en breve se pueda hacer realidad al grito jubiloso de: ¡lo conseguimos!
Se estarán preguntando de qué se trata, pues bien, la niña se llama Aitana y nació con una cardiopatía congénita que le afecta a los pulmones y al corazón, la intervención no se hace aquí y han de trasladarse a Boston (EE.UU.)
Para recaudar el dinero necesario media España está recogiendo tapones de plástico, ya todo el mundo sabe quien es Aitana, una niña que vive en Tarazona (Zaragoza) y que necesita sin demora una intervención quirúrgica para solucionar su problema.
De recoger dichos tapones se encargan las sucursales de SEUR y también DIGITAL FACTORY.
Doscientos mil euros es mucho dinero y de momento están colaborando Opel, Ford, equipos de fútbol y miles de particulares, son tantos que ya se han recogido 30 toneladas de tapones de diversas formas, colores y tamaños.
Vean que es cierto lo que digo, en mi casa, cuatro alturas nada más, a dos pisos por planta y ya se han llenado las dos garrafas en tres días y todo ello no nos ha costado ni un céntimo.
Cuando la niña sea intervenida, su evolución sea favorable y se recupere totalmente, nos alegraremos por y con ellos porque ya lo dijo Sófocles: "la obra humana más bella es la de ser útil al prójimo".
"Ayudar al que lo necesita no es sólo parte del deber sino de la felicidad". José Martí.