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martes, 27 de octubre de 2009

EL CACAO EN "ZARAGOZA LA HARTA"





Leía en el blog corazones africanos que en Mozambique comen tierra como en el Macondo de “cien años de soledad”, a esto respondo que en otros lugares comen oro. Sí, oro, el que fue cosa de reyes, el más noble de los metales, ahora resulta que es comestible desde que los egipcios lo consideraran una práctica culinaria; actualmente se cree que previene la osteoporosis o lo que quieran decirnos. El otro día en una visita turística pude ver botellas de agua con cristales de Swaroski, agua que por cierto se paga al precio de una sortija. Y lo tenemos en Zaragoza, para sibaritas, glamurosos, excéntricos o esnob, no sé cómo llamarlo, a mi simple y llanamente me da cargo de conciencia. No se sientan ofendidos, es un sentimiento muy personal, gente hay para todo, seguro que hay quien lo compra pero yo no utilizaría el caviar como mascarilla facial ni haría chocolaterapia corporal, el chocolate se come y el caviar también. Es posible que pronto podamos oír que con las angulas se elabora un extracto que frena la alopecia.

En un blog como este comer oro es un pecado mortal y más si se tiene en cuenta que la caja de Alejandritas que les muestro en la foto cuesta 100 € la docena, escalofríos me dan pensando en que sólo es cacao ecológico, rosas de Alejandría y oro comestible.

Los mercaderes venecianos veían Zaragoza como cualquier otra ciudad italiana de la época porque en el siglo XVI esta ciudad era conocida en el mundo debido a su esplendor y abundancia como “Zaragoza, la harta” y hartura digo yo que es antónimo de hambruna. Recordemos que el algarrobo era considerado un sucedáneo y se le llamaba “el cacao de los pobres”.



El propietario de la tienda “Chocolates de la abuela”, Martín, argentino para más señas, es un experto contando historias y leyendas, del origen del chocolate y de Hernán Cortés como el gran explotador comercial del cacao.

En su tienda de la céntrica calle Don Jaime se puede encontrar licor de cacao. Lo que lleva en la bandeja es chocolate en rama, blanco y negro, fue mi amigo Eduardo Bouza quien me sacó de dudas. Martín llama al cacao el “Red Bull” del pasado o el “alimento de los dioses”.

Estos son los cuatro tipos de cacao de la chocolatería “Valor”, de la Plaza Sas; aparecen en la foto, de izquierda a derecha: el más dulce es el blanco, elaborado con manteca de cacao, el frío o francés, el español, más espeso y el más amargo, llamado criollo. Sea cual sea, lo tomamos cuando necesitamos energía rápida.





Chocolatera y pocillos o jícaras para tomar chocolate diseñados desde antiguo para que las damas no se mancharan el vestido.





El cacao se lo debemos a América, fue utilizado como moneda siendo los aztecas, toltecas y mayas los que lo dieron a conocer al mundo, quizás entonces ya comprobaron que aumentaba el buen humor aunque no supieran exactamente que se debía a la hormona serotonina, tampoco sabían que no engorda, que es antioxidante, que equilibra el colesterol, que la Iglesia más tarde consideraría que no rompía el ayuno; resumiendo, en Aragón y precisamente en el Monasterio de Piedra (Zaragoza) fueron los monjes cistercienses los primeros de Europa en elaborarlo.

En “Fantoba” pude hacer estas fotos de uno de los establecimientos con más solera de la ciudad, su decoración llama la atención de cualquier turista, especialmente el artesonado y el mostrador que tienen un marcado estilo egipcio.

Fotos de personajes conocidos como el bailarín aragonés Víctor Ullate, artistas, actores como Paco Rabal y otras celebridades han pasado por esta pastelería donde se venden unas de las mejores frutas de Aragón.


En la chocolatería “Capricho” también en la misma calle conocimos al maestro repostero, Luis, que nos hizo una demostración muy entretenida y de manera práctica; allí preguntamos dudas y si nos dejan, hacemos una cata a ciegas porque naturalmente a todos los asistentes nos unía la misma “adicción”.


El soconusco era una bebida excelente que tomaban los ricos, de la almendra del cacao y el patluxe lo tomaba el pueblo y era amargo.

Monctezuma sirvió a los españoles y portugueses chocolate (amarga-agua) pero éstos le agregaron canela, vainilla y vieron que caliente tenía mejor sabor.
Hasta aquí las dos caras del cacao, la más bonita y la menos agradable, decir que los que trabajan en este cultivo lo hacen en condiciones difíciles, terrenos fangosos, húmedos y plagados de mosquitos, que existe todavía en África la esclavitud infantil en las plantaciones, mano de obra barata y nunca mejor dicho lo de mano porque es totalmente manual, el precio que reciben los aldeanos no se ha modificado en 40 años. Ahora busquen el significado de la frase: “estar como agua para chocolate”, yo cuando las cosas se me lían de mala manera utilizo la expresión “¡vaya, cacao mental!, lo cual equivale a confusión.

Con 100 granos de cacao se compraba un esclavo y con 10 granos la compañía de una mujer, en fin, hasta un directivo de la Nestlé llegó a decir: “total, seguirán siendo pobres de todas formas”, desde luego, si nadie combate las prácticas abusivas lo serán, termino con un dicho muy popular al uso: “las cosas claras y el chocolate espeso”.

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