Villancico de la Misa Criolla.
La Peregrinación.
A la huella, a la huella José y
María,
por las pampas heladas, cardos
y ortigas.
A la huella, a la huella
cortando campos,
no hay cobijo ni fonda, sigan andando.
no hay cobijo ni fonda, sigan andando.
Florecita del campo, clavel del
aire,
si ninguno te aloja, ¿adónde
naces?
Dónde naces florcita que estás
creciendo,
palomita asustada, grillo sin
sueño.
A la huella, a la huella
los peregrinos,
préstenme una tapera para mi
niño,
a la huella, a la huella soles
y luna,
los ojitos de almendra, piel de
aceituna.
Ay burrito del campo, ay buey
barcino,
mi niño está viniendo, háganle
sitio.
Un ranchito de quinchas, sólo
me ampara,
dos alientos amigos, la luna
clara.
A la huella, a la huella José y María
con un Dios escondido, nadie sabía.
A la huella, a la huella José y María
con un Dios escondido, nadie sabía.
Mercedes Sosa.
En Zaragoza, a las puertas de la Diputación Provincial, los niños tocan la pandereta y nos cantan villancicos. |
Lo emocional no puede controlarse. Hay familias que pueden ser sinónimo de
calor, ternura y protección pero también asfixia, desamparo o incomunicación,
hace unos días leía que estos días podemos recordar algo
bueno que nos ayude a superar dificultades porque si el recuerdo no es bueno, puede
convertirse en una pesada carga para nuestro corazón. Las demandas
afectivas no satisfechas son las que crean conflictos junto a las ausencias
difíciles de soportar o la presencia de alguien poco apreciado.
Son días de comer en familia, de comunicarse, de permanecer sentados después de acabado el plato, lo que se conoce como sobremesa, son momentos privilegiados, más allá de esa necesidad biológica de comer y para ser positivos, pensemos que en la historia de la humanidad, el hombre también ha sabido compartir el pan.
Desde mi ventana UNA TRADICIÓN ARAGONESA: LA TRONCA DE NAVIDAD |
"Tizón verdadero, de Navidad a Año Nuevo"
Esta es una costumbre anterior al Neolítico conservada en Aragón como fiesta del solsticio de invierno. Los niños golpean el tronco hueco para conseguir dulces, golosinas, caramelos, galletas, nueces, chocolate, turrón, monedas y juguetes que hacen las delicias de los pequeños de la casa.
Todos a la vez recitan una fórmula:
Buen tizón
Buen varón
Buena moza
Buena toza
Buena casa
Buena brasa.
Que Dios proteja
a todos los de esta casa
Este rito se hace en el fuego del hogar donde la familia busca la prosperidad para la hacienda y sus dueños. Se reserva la toza o tronca más gruesa para Nochebuena y se coloca en la chimenea para bendecirla antes de quemarla. La parte no quemada se guarda para proteger contra los rayos. El leño de Navidad es una costumbre extendida por gran parte de Europa y otras comunidades españolas y recibe diversidad de nombres: tronca, tió, troncada, toza, choca, zoca, pullizo, rabasa, corniza, cabirón... y muchos más.
La madera del leño ha de ser fuerte (olivo, almendro, nogal, carrasca, encina, olmo o roble). Al cortarlo se le decía:
Tú eres el elegido para hacer la tronca. Perdónanos.
madera de almendro |
Y ahora un original árbol iniciativa del movimiento Urban Knitting Zaragoza que durante algunos días ha necesitado voluntarios que ayudasen a tejer los adornos de este árbol navideño instalado en la Plaza del Pilar. Hoy día 22 se ha colocado el manto verde que simula las hojas, tejido en ganchillo y con agujas de punto, la estructura es metálica. Llevan desde el mes de Octubre y son un centenar de mujeres aficionadas a tejer. Los adornos serán de lo más variado, todos en lana, lo mismo que la estrella que corona el abeto. Se han necesitado 400 ovillos de lana facilitados por Lanas Katia, sufragados por el Ayuntamiento de Zaragoza.
Junto al belén encontramos los paseos en burrito para niños y la pista de 40 metros para trineos neumáticos. |
Como en años anteriores, os dejo para estos días una receta llamada nogada o salsa de nueces, más conocida como Intxaursaltsa, es un postre tradicional de los caseríos vascos, muy típico en la cena de Navidad, yo lo he elaborado con leche pero también lo preparan con caldo de bacalao, antiguamente no había distinción entre lo dulce y lo salado, siendo el propio aceite de la nuez triturada lo que da sabor a esta golosina.
Cuando la Iglesia católica consideraba el día de Nochebuena dentro de los que había que respetar a rajatabla la vigilia, esta papilla venía a poner el broche final al festín.
La Navidad, tiempo de virtudes, de rescatar únicamente lo bueno, debe reinar la costumbre de un espacio de reunión, no sólo reservado a los días festivos, porque comer con otros es una conducta que supera el acto de la alimentación. El mejor manjar es el espíritu de gozo, la alegría de tener cerca a los que amamos, serán unos encuentros insustituibles si sabemos alejarnos de las discusiones, críticas y ofensas sin disculpas.
Hagamos una convocatoria, una convivencia agradable donde encontremos el diálogo para un tiempo de paz
MI PENSAMIENTO EN NAVIDAD.
AUTORA: LOLI SALVADOR
Pensaba el otro día en las noticias que me han dado recientemente
de personas a las que les ha sorprendido una enfermedad, llamé a unos amigos
para preguntar por su silencio y me dijeron: “querida amiga, sabemos que estás
con nosotros pero nos han sucedido varias desgracias juntas, queremos verte pero no sabemos cuándo podrá ser….” al terminar de leer aquel correo, volví a leer el que yo alegremente les había enviado sin
sospechar ninguna pena, era triste, muy triste lo que me contaban y me detuve
por un rato de mis actividades para buscar dentro de mí las palabras oportunas de consuelo que me
costó encontrar. Supe ver que esas
experiencias que sentimos como muy fuertes, te anulan cualquier tipo de pánico,
de otro modo no se lograría sobrevivir.
Esto fue lo que salió de mi: Busca el llanto como forma de limpieza y a
alguien que pueda no sólo entenderte sino que quiera escucharte, no te regodees
en la tristeza, lleva tu carga con dignidad y sin que se note, debes saber que el recuerdo y la presencia de
los que se van nunca nos abandona, sal al frío de diciembre para tomar el aire
que te falta, busca el refugio y la fuerza para luchar, di “¡adelante! y duerme
plácidamente, recuerda que nunca has
hecho daño a nadie y que todo el que sufre no lo merece, así te estarás ayudando, no insistas en saber
cuál es el plan que hay reservado para ti, es posible que llegues a la
conclusión de que sólo una pequeña parte de ese plan será lo que tú decidas, el
resto no depende de ti.
A estas alturas dejas de hacerte preguntas, de aferrarte a lo
inevitable, de rebelarte ante lo que no tiene ninguna salida, de asumir que
muchas veces nos toca perder y seleccionas en quién creer. Yo particularmente disfruto con
las cosas más simples, me dejo fluir, no controlo, doy más espacio, siento de
otra manera ya que nunca parecemos tan fuertes como somos y parte de esa fuerza viene de saber que hay personas que nos aman por encima de todo.
Hay cosas en la vida que nos sacan del bloqueo, nos sitúan, nos ayudan a ser quienes somos y a relacionarnos más profundamente con la vida, después de todo si recordamos el camino andado veremos que el gran aprendizaje abarca desde que dimos nuestro primer paso en el mundo hasta el fin de nuestros días.
Hay cosas en la vida que nos sacan del bloqueo, nos sitúan, nos ayudan a ser quienes somos y a relacionarnos más profundamente con la vida, después de todo si recordamos el camino andado veremos que el gran aprendizaje abarca desde que dimos nuestro primer paso en el mundo hasta el fin de nuestros días.
En las
experiencias liberadoras hay que trabajar el interior y cambiar conceptos equivocados, ahora que ya sabemos
qué cosas nos causan tristeza, qué asuntos nos pueden quitar el sueño, ahora que sabemos
que hay congéneres inhumanos, que quien no expresa sentimientos tiene un problema, que una palabra cortés no significa bondad
interior, que ser serio no es ser adusto ni ser efusivo te hace más auténtico, que una amistad puede llevar escondido un interés, que el que no acepta una ayuda es por orgullo, que hay quien desconoce palabras como: por favor, perdón y gracias o que una burla puede
ser bastante despiadada, también conocemos la
forma en que el dolor nos empuja a crearnos espacios nuevos para salir de los
miedos y renacer, por eso para encontrar alivio basta con interiorizar que hay
algo superior a nosotros que no podemos controlar y hay que buscar la fórmula
que te ayude a continuar cuando crees que no puedes seguir.
Quiero sentarme a una mesa para disfrutar y no quiero que falten en ella, elogios, buena escucha y acción de gracias, ahora ya sabemos de las carencias y fallos que todos tenemos, ahora ya hemos desterrado la fantasía que nos lleva a creer en personas perfectas, y si en todas las familias cada uno es como es y no como nos gustaría que fueran, es mejor aceptarlo.
Quiero sentarme a una mesa para disfrutar y no quiero que falten en ella, elogios, buena escucha y acción de gracias, ahora ya sabemos de las carencias y fallos que todos tenemos, ahora ya hemos desterrado la fantasía que nos lleva a creer en personas perfectas, y si en todas las familias cada uno es como es y no como nos gustaría que fueran, es mejor aceptarlo.
Estas Navidades también he recibido agradables sorpresas,
encuentros inesperados, llamadas y visitas, anuncios de vida, unos de personas
lejanas y otros a quienes no veo en
muchos años.
Me siento sabia para sortear a los despechados, a los negativos, a los aduladores, a los
murmuradores. Si me sale de adentro,
pongo en mi boca una palabra reconfortante y sincera cuando alguien la necesita, me
toca tratar con los de arriba y con los de abajo, conozco lo que significa un gesto, las palabras que no me dicen y lo que oculta una mirada, tengo ese sexto sentido para
saber lo que hay debajo de la ropa de aquellos que derrochan alabanzas cuando
te necesitan, pero te vuelven la cara cuando pasan a tu lado por la calle.
Podría sentarme a comer unas sardinas en lata, improvisando una
mesa con una banasta de plástico vuelta boca abajo, me basta mi casa limpia y a
mi gusto, vivir modestamente en el barrio que me vio nacer, compartir el
utilitario de mi padre, seguir al pie de la letra los buenos consejos que he
recibido, no es cualquier cosa ver las flores en mi ventana con una esperanza verde y primaveral, leer los poemas que me enmudecen y escuchar las sinfonías que me hacen llorar de emoción, tener como motor la salud y el deseo de levantarme cada mañana para ir al trabajo y aceptar lo que venga
sin ser áspera ni dar lástima, lo que
quiero no es tener amigos hasta en el infierno, como dice el refrán, los
prefiero si no están en el cielo, que estén en la tierra, junto a mi y sin falsas triquiñuelas,
además quiero agradecer siempre, las muestras de cariño verdadero y huir de la
melancolía. Estas Navidades ha habido
personas que no volverán a leer mis tarjetas de felicitación como cada año, ha
habido sucesos inesperados, enfermedades, soledades, situaciones duras, ese
tiempo que pone las cosas en su sitio unas veces da y otras quita.
Cuando ya se van cumpliendo años y sobrepasas la frontera de tu
vida entera y te encuentras que ahora sólo queda media, por esa ley de vida o quien sabe si todo se acabará en el próximo segundo, se piden pocas cosas,
se aceptan otras muchas con cierta
sumisión y sin aspavientos, sobre todo, aquellas que vienen impuestas por el
renglón torcido del propio vivir, tan frágil y efímero, se necesita lo mínimo,
se busca la compañía de gente sana, la paz en la casa, una caricia que conmueva
o un abrazo que infunda sosiego y sobre todo, el buen humor en los
contratiempos, porque lo material ya se tiene, si no hay ambición y avaricia
extrema, de modo que ver bien a los que te rodean, ya te pone una sonrisa en
los labios.
FELIZ NAVIDAD A TODOS.
FELIZ NAVIDAD A TODOS.