Repite: El mundo está en paz y yo también

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domingo, 18 de enero de 2015

LA POPULAR BENDICIÓN DE LOS ANIMALES


En la foto vemos cómo van llegando a la tradicional bendición de los animales, personas de todas las edades, en este caso, abuela y nieta.

En la parroquia de San Pablo de Zaragoza, el 17 de enero, se celebra la fiesta de San Antón, que no es otro que San Antonio Abad.  En la iglesia podemos ver un retablo dedicado al santo Patrón de los animales, santo que ha sido representado en las obras de los grandes de la pintura como Dalí, El Bosco, Diego Rivera o Cézanne entre otros.
Hasta allí me dirigí y aquí vengo a contaros lo que sucedió en el templo y en las inmediaciones.

Esta canción se canta en el Bajo Aragón:

"San Antonio era un francés
que de Francia a España vino
y lo que tiene a los pies 
es un hermoso tocino"

San Antonio Abad no era francés sino egipcio, por qué lo asegura esta copla lo desconozco, tal vez para ayudarse en la rima.

En otras zonas, como en la Vega de Granada, se canta lo siguiente:

"San Antón mató un marrano
y no me dio las morcillas,
quien le diera a San Antón,
con un palo en las costillas".

Arriba la imagen del santo, con vestiduras de monje y acompañado de un cerdo, es conducida por las calles del zaragozano barrio de San Pablo.

Abajo la procesión en la que precede al santo la Cofradía de Jesús El Nazareno de Utebo



En otros tiempos,  los animales de labor recibían agua bendita, y día de descanso, hoy muchos de ellos reciben el agua bendita, debidamente engalanados y en brazos de sus amos.  Gorritos, bufandas y sombreros, lazos en el pelo y demás accesorios,  indican el cariño que se tiene en la actualidad por las mascotas  y aseguran en la página de la parroquia, que la buena conducta de los animales es un milagro del santo ya que no hay conflictos entre canes y felinos, grandes y pequeños o machos y hembras de todas las razas.



Un arca de Noé en la que puede verse cada año, aves, mamíferos y peces, no faltan roedores y alguna tortuga y si lo más habitual es el perro, como animal de compañía por excelencia, va seguido del gato, también hay quien lleva una cabra, una gallina e incluso animales exóticos, de los cuales ayer no vi ninguno. Las personas que se desplazan con animales deben utilizar el último vagón del tranvía, ayer en Zaragoza, compartieron asiento, animales y dueños. 



Por la mañana un señor me decía: “tengo el perro porque me obliga a salir a la calle, soy un poco cartujo” y otra señora nos comentaba: “yo me negaba a tener animales en casa y no me podía imaginar el cariño que me iba a dar”, una tercera me dice: “mi gata tiene 16 años, los mismos que Froilán, nació en la misma fecha que el hijo de la Infanta  y si al niño lo iban a bautizar con agua del Jordán, yo también quise que mi gata fuera bautizada con agua del mismo río”.

 Aquí va la gata muy bien abrigada con su manta azul en la fría mañana de enero

Vean esta foto de una perrita vestida de rosa que es conducida con un carrito como bebé.

Una banda y cofradía acompañaba al santo en procesión con piezas popularmente conocidas.  Para remontarnos al ayer, se recuerda que Zaragoza tuvo un Hospicio y para sostener dicho Hospital se recaudaban fondos sorteando un cerdo que llevaba un paño rojo y una de mis cruces favoritas, la Tau, bordada en azul.

Frente a la iglesia, una señora asoma por la ventana la jaula con sus pájaros, escena que llamó mucho la atención.

Los niños campanilleros recorrían las calles de la ciudad animando  con coplas a la gente para que compraran algún boleto para el sorteo:
 “A real de vellón,
 el billete para el cerdo
de San Antón”.

martes, 6 de enero de 2015

CON ZAPATOS Y SIN CEGUERA



Este año compré las uvas solidarias a beneficio de la Sociedad Española contra el cáncer

NOCHE DE FIN DE AÑO
Son las uvas embolsadas del Vinalopó, su promoción se realiza a través de las redes sociales y lo recaudado de la venta, se ha destinado a proyectos para la prevención de esta temible enfermedad.

Una composición fotográfica que no alcanza la originalidad que yo pretendía.

Un racimo para celebrar una buena causa, en una actividad social que irá renovándose cada año. 
Las uvas son ricas en antioxidantes y están listas para consumir en la noche de fin de año, cuando tocan las 12 campanadas y en España se comen como manda la tradición.

Se nos fue un año de poder, pocos escrúpulos, éxito material, ambición, ganancias de todo tipo, mala gestión del dinero, carencias y dificultades.... , para qué engañarnos, lleva razón el escritor Gregorio Morán cuando dice que la manera de escribir bondadosa y angélica, en la que todo es muy bueno, no se corresponde con la realidad. Yo lo que propongo es compartir en este 2015, proyectos, tiempo, trabajo, pan, amigos de verdad y más humanidad, para que sea un año en el que logremos metas, nos realicemos y encontremos un cauce.

Este reloj de bolsillo con cadena perteneció a mi abuelo, que en noviembre habría cumplido cien años.  Un recuerdo sentimental para hablar del tiempo. Prometo que lo encontré detenido en las doce.


El tiempo. (de Loli Salvador) 



El tiempo nos sorprende por la espalda y nos enseña a perder, nos marca la lozanía, nos da sacrificios a los que rendirnos o ponernos de pie, ilusiones internas que buscan salida y alas para volar al futuro, que es llegar hasta el fin de los días.

El tiempo nos hace vivir situaciones diversas, en las que poder dar buena cuenta de un minuto intenso con todos sus segundos, y también del largo trayecto de una hora interminable. Sabemos que los buenos momentos, aquellos que llamamos inolvidables, pasan más deprisa.

En la escalera del tiempo, cuya medida desconocemos, al escuchar las doce campanadas, se siente la fuerza que aun queda, para subir todos sus peldaños, o la fragilidad que deja nuestra media vida por detrás y una vela al viento que nos mueve hacia adelante, así tomamos conciencia de que el tiempo habita en nosotros, en nuestro ser finito y que él ya existía cuando nada éramos.  
Oda al tiempo (de Pablo Neruda)

"....El tiempo es decidido,
no suena su campana,
se acrecienta, camina

por dentro de nosotros, aparece,
 como un agua profunda en la mirada...."


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Tiempo sin tiempo (de Mario Benedetti)


"..tiempo para mirar un árbol, un farol,
para andar por el filo del descanso,
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida,
y para darme cuenta
y para darme cuerda,
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida….”


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NOCHE DE REYES


Seguramente el poeta Miguel Hernández, un niño como todos y con la misma inocencia, se acostó dejando en la ventana leche de cabra para los Reyes y agua y  paja para los camellos y le costó dormirse esperando ver su llegada y tuvo el mismo deseo de madrugar para abrir los regalos que tanto deseaba, poco duraron sus sueños en las malas condiciones de vida de la España de su tiempo, en la pobreza de muchas familias, incluida la suya.  No tardó nada en hacerse presente la desilusión de encontrar el calzado vacío (abarcas desiertas). Estremece saber que un niño espera y no encuentra nada, porque todo ha sido ensoñación y quimera, una petición sin fundamento o un capricho legítimo que no encuentra eco.  






Nota sobre las albarcas o abarcas:  
Recuerdo que mi abuelo llevaba albarcas de rueda y anteriormente ya las había usado su padre, todavía perduran en algunos trajes regionales de pastores y campesinos, las de rueda eran las más conocidas en España, se llamaban así porque eran de rueda de neumático reciclado, tenían una pieza en el empeine, sujetada con hebilla y otra pieza en el talón, eran flexibles, resistentes, económicas y de larga duración y fueron especialmente utilizadas, como ya he dicho, en el medio rural en los años 40.




Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras;
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
 para el seis yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana

Toda la gente de trono,
toda la gente de botas,
se rió con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta,
por un mundo de miel.

Por el cinco de enero,
de la majada mía,
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas, 
mis abarcas desiertas.


La foto la hice caminando por aldeas gallegas, son las botas desgastadas que dejó abandonadas algún peregrino.

Este excelente poema refleja sentimientos de candidez, credulidad, chasco y hasta en algún verso aparece el berrinche, es el lamento amargo por una vida marcada en las penurias, el poeta ya nunca recordaría con emoción esa noche tan especial que para él fue el fin de la infancia, y mientras  a los niños se les oculta una verdad sostenida en el tiempo, a Miguel Hernández fue la vida quien se encargó de contársela.
Hoy día la cabalgata es una maravillosa costumbre cuyo centro de la historia son los "Magos", tres personajes venidos de muy lejos con obsequios, quedando encubierta la identidad del autor que compró los regalos, causante de tanta felicidad.  En esta velada se deja constancia de que el mejor regalo es la fantasía, el cuento, el relato con toda su imaginación, la transmisión de un engaño que entusiasma, la esperanza del niño que espera, el amor que padres, abuelos y tíos sienten por él.


Esta tarde, un poco antes de la cabalgata, escuché una conversación entre una abuela y su nieto.
Ella le decía: 
- ¡pórtate bien!, que te quedan unas horas.
el niño, de no más de seis años,  la mira y pregunta: 
- ¿unas horas para qué?
con voz severa y media sonrisa, la abuela le responde : 
- para que te dejen sin nada.

Amar es un regalo que no se encuentra en la juguetería y con amor tal vez importe un poco menos, que la "estrella" no se detenga en las casas de los menesterosos, cuando nada depende del comportamiento infantil, si portarse bien o mal tiene la misma recompensa.


A todos, feliz día y feliz roscón.