Repite: El mundo está en paz y yo también

Repite: El mundo está en paz y yo también

sábado, 9 de abril de 2011

Y COMIERON FELICES


Un niño "acaparando provisiones" en el mercado de campesinos. Si lo tomo en brazos no respondo, me lo como a besos. Lo observé mientras gateaba desde las coles a los pimientos y de allí a los boniatos.


El viernes día 8 cuando Zaragoza sufrió un pequeño movimiento sísmico en alguna de sus localidades pensé en las fuerzas poderosas que el hombre no puede controlar, en la posibilidad tangible de una amenaza cercana y en la forma en que se puede desencadenar la destrucción en un abrir y cerrar de ojos, escuché las noticias y llamé a mi padre que se encontraba en nuestra casa, en el campo y efectivamente dijo que un 4 en la escala es un temblor que hace un ruido similar al de un avión al atravesar la barrera del sonido, al parecer 10 kms de profundidad no es nada, trataba de hacerme una idea de la distancia ya que son los kms que separan mi pueblo con el pueblo vecino. Hoy les invito a ver estas fotos que guardo con tanto cariño como semilla de eternidad, viéndolas no se piensa en que la tierra retiembla, que los cimientos se tambalean y que existe un "certificado de defunción" para nuestro mundo, un planeta que es un granito de arena perdido en la inmensidad del espacio.


Ayer me despedí de la ludoteca a la que he estado vinculada en los fines de semana de estos dos años, de repente una avalancha de niños se agolpó sobre mi, había una carta de tres chiquillas que coloco aquí para que la lean. Mi satisfacción fue inmensa cuando sentí sus abrazos sinceros, cien miradas limpias y amplias sonrisas. Curiosamente no he sido consciente de haber sido tan buena y divertida como ellos dicen. Abajo, mis vecinas de la calle. Durante mi estancia yo viví en la casa de al lado. Observen que la más pequeña no llevaba ropa interior, he cubierto esa zona con un círculo amarillo, por si acaso, ya me entienden, hay que proteger a los niños de las ilegalidades que se pueden presentar mientras navegamos por la red con buen fin....


Todas las mañanas salíamos a barrer la acera, cada uno con su rastrillo, la pequeña sin peinar y la mayor con las botas viejas de su madre. Abajo tienen a la que llamo "la niña de los panes", su madre improvisaba una cuna en la cocina mientras cocía los panecillos que debían estar listos para que al mediodía se sentaran a la mesa unos 900 niños.

Muchas veces la encontré dormida dentro de barreños y palanganas de plástico, que lo mismo servían para lavar la ropa, para transportarla o para bañar a la peque. Era una delicia verla dormir en una estancia con olor a bollitos recién salidos del horno. Estas son "las niñas de las naranjas", a media tarde las monjas de Santa Ana procuraban que en la merienda hubiera vitaminas, en este caso la vitamina C que como no puede almacenarse ha de tomarse a diario, tan indispensable para aumentar sus defensas. No se alarmen, la causa es desconocida, no está llorando de dolor ni de hambre a Dios gracias, de apetito quizás o tal vez de soledad e incomodidad física. Vean en su boca los dos incisivos centrales inferiores y en su rostro una película de lágrimas, mocos y babas. El llanto de los niños suele ser una melodía diaria, pauta normal de los bebés. A los cinco segundos las sonrisa la heredó de mi pero los ojos inconfundiblemente son de su madre. La fotogenia de los niños es increible, miren al "niño de la sandía". De nuevo las monjitas de Santa Ana variando la dieta una tarde más. Esta vez vitaminas, fibra y potasio.

Contratábamos el precio antes de cargar las sandias pero luego nos las daban tan pequeñas que no pude callarme: "Hermana Montse, creo que nos están engañando..." , otras veces le decía: "Hermana Montse tiene que estar atenta, nos dan billetes falsos ¿qué vamos a hacer ahora? y ella respondía, "no podemos dárselo a otro, eso no está bien, pobre gente" y yo insistía: "Sí, Hermana,, pobres de nosotras, nos los cuelan con mucha facilidad y perdemos buen dinero".

Hasta aquí quería llegar con las dos fotos siguientes para hablar de la desnutrición, guardé para esta ocasión una publicidad que me llegó por correo ordinario de MSF


Así de delgado es el brazo de un niño desnutrido.


Se preguntarán sobre esta tira de papel que se mide en cms., ahora vamos a imaginar que la vamos cerrando, conforme cambiamos de un color a otro veremos desde una desnutrición leve, pasando por la moderada hasta la más severa, si hacemos la prueba son 3,6 cm. de brazo, es decir, queda un espacio un poco mayor del dedo pulgar de un varón adulto.

La desnutrición leve no es muy evidente. Las familias no se dan cuenta de que sus hijos la padecen. El niño está delgado, triste y poco activo.


La desnutrición moderada es ya evidente con la pérdida considerable de peso, se detiene el crecimiento.


La desnutrición aguda severa se manifiesta cuando no se han atendido las anteriores, aparece con otras enfermedades y si se agrava puede causar la muerte.


Los alimentos terapeúticos preparados los reciben sólo un 3%. Con voluntad política se podría hacer mucho más sobre esta realidad tan inaceptable. Por eso las fotos de estos niños me animan a creer que todo camina hacia adelante, por supuesto somos algo más que parte del paisaje, que cada individuo representa una posibilidad vital e inédita de la naturaleza humana, que cada uno es una llamada distinta al espíritu, con su comportamiento y sus reacciones y que todos somos respuesta irrepetible con nuestra interpretación de la vida y su mensaje.


En la nada sin nombre, cuando nada existía, como el temblor posible, de un venidero día, existía el Amor...


Y amor se puso a herrar, con su mano encendida, el desbocado potro de la vida...

Se casaban el gozo y las querellas y la razón y la locura. La pasión se casaba con la idea.

La nada peleaba con el soplo creador. ¡Y de aquella pelea nacía más Amor! José María Pemán

5 comentarios:

  1. Hola Loli; magnifico y a la vez estremecedor reportaje sobre todo la ultima parte pero me alegro que tu estancia te haya sido muy amena, muy bonitas y naturales fotos, es cierto que se puede hacer mucho mas para erradicar el hambre en el mundo si los gobiernos quisieran, pero desgraciadamente hay otro tipo de intereses que no ese, un fuerte abrazo desde Reinosa compa.

    ResponderEliminar
  2. hermoso relato, como siempre, Loli. Los niños, siempre enternecedores y la cruda realidad del hambre que duele mucho más cuando es en un niño.
    Saludos amiga y que tengas buen domingo

    ResponderEliminar
  3. Me ha gustado mucho y las fotos de los niños muy bonitas y naturales, ellos nos muestran la verdad, ya que no posan.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Como todas tus entradas, excelente esta. Con un tema tan importante y humano como niños y hambre, y con imágenes enternecedoras de los más pequeños. Felicidades.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. A mis asiduos Seva, Marian, Paca y Disancor: Gracias por vuestra fidelidad. Me alegro que os hayan gustado las fotos, vida a raudales, lazos de amor, savia nueva, un milagro, eso son los niños, la gloria de este mundo, aunque por desgracia la infancia de algunos no sea ni dulce ni esplendorosa, ya se sabe que infancia y vejez son las dos grandes pruebas del hombre.
    Un beso a todos.

    ResponderEliminar