HOY 23 DE AGOSTO. DÍA INTERNACIONAL PARA EL RECUERDO DEL COMERCIO DE ESCLAVOS Y DE SU ABOLICIÓN.

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EL COMPRADOR DEJABA VER QUE EL ESCLAVO ERA UN OBJETO MÁS DE SU PROPIEDAD.

Hoy nos toca hacer historia sobre el fenómeno esclavista y las repercusiones que ello ha tenido en las poblaciones negras de todo el mundo. Quizás si nos entregaran una mapa político de África, en blanco y hubiera que rellenar la ubicación de cada Estado, la mayoría descubriríamos nuestra ignorancia sobre ese continente.

Los europeos se apropiaron de él y se lo repartieron entre todos para explotarlo en su beneficio y cuando se vieron obligados a abandonarlo entre otras cosas por la lucha de sus habitantes por recuperar su tierra, África quedó dividida tal como los países europeos se la habían repartido. Así lo he leído en "Vivamos la diversidad" y en el libro del holandes Willian Bosman.

La trata de esclavos fue un hecho exclusivo del continente africano y del mundo árabe. En muchas sociedades africanas, las castas consideradas inferiores tenian que servir a las superiores por lo que si en una guerra era capturada una tribu, los prisioneros pasaban a ser esclavos de quienes habían sido vencedores. Ser esclavo era una tradición que continuaba por varias generaciones, de poco servía que fueran considerados libres en la tierra que les vió nacer. También en el mundo musulmán se capturaban negros del sur por considerarlos inferiores. Más tarde la esclavitud se dio en las plantaciones tropicales de las tierras coloniales americanas para beneficio de los europeos. Lo peor de todo es que se destruyeron las culturas autóctonas, la vida de las tribus, fue época brutal, violenta y feroz.

Quiero recordar que hoy se visita en Senegal, la isla de Goreé, ayer un nombre trágico, hoy es punto turístico. Ya existen lugares con el nombre de "Río de los Esclavos" o "Costa de los Cautivos". Guardan estrecha relación con aquellos tiempos, productos como el tabaco, el café, las minas de oro, el arroz, la caña de azúcar y el algodón.

Se les ponía en fila de manera que pudieran ser vistos por los compradores, se descartaban los que tenian algún defecto o eran mayores de 35 años, se asesinaba a los lactantes y las mujeres tenian un valor inferior a los hombres; después de marcarlos con hierros candentes se les llevaba a la bahía en canoas donde esperaban aquellos buques en los que les hacian remar furiosamente, los tiburones hacian que el viaje de por sí peligroso se convirtiera en algo aterrador. Muchos murieron al volcar las canoas, no hay manera de saber cuantos.


Una vez en destino, en los anuncios de los periódicos se describía el lugar de origen, estado de salud, edad, robustez, inmunidad contra la viruela, etc.