Repite: El mundo está en paz y yo también

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lunes, 23 de febrero de 2009

BICENTENARIO DE DARWIN

Fotografía realizada en el Museo de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Estos días no se oye otra cosa, hay que leer a Darwin, y no para entrar en la controvertida disyuntiva de “ciencia y fe”, es decir, evolucionismo o creacionismo, sino porque aseguran que su teoría es muy sólida y su biografía interesante. Una teoría rigurosamente contrastada, otra contemplada como creencia religiosa. Aunque no fuera el único en dedicar toda su vida al estudio de la evolución, sí parece el mejor pero como todas las teorías, la suya está expuesta a que mañana pueda ser rebatida. No sé si leer nos ayudará a entender cómo somos, pensamos o actuamos, tan diferentes unos de otros y tan iguales en lo básico. Se nos dice que el darwinismo choca con el carácter propio de la herencia, una herencia mezcladora, no seleccionadora Hay algo evidente: la selección natural no es capaz de crear ni una sola especie nueva y entiendo esto como algo imprescindible para evitar todo fundamentalismo científico. También están los que quieren manipular el tema diciendo que Darwin construyó su teoría con la intención de justificar las diferencias sociales y sin embargo se sabe que él no consideraba que fueran organismos tan distintos un hombre parisino y uno de la Amazonía. En su pensamiento se planteó de que todas las religiones fuesen igualmente válidas aunque solía evitar hablar de cuestiones religiosas, lo cierto es que suscitó muchas dudas con sus libros “El origen de las especies” y “La descendencia humana”. Nos dijo que de todas las especies no es la más fuerte la que sobrevive, también nos habló de la lucha por la existencia ante las dificultades vitales, los cambios ambientales, etc.; y nos recordó en sus obras nuestro humilde origen, el cual nos negamos a aceptar.
Sin que nadie ponga en duda que Darwin fue honesto intelectualmente además de discreto, agnóstico, librepensador y con criterio independiente, tenia un concepto tan humano de los humanos que escribió sobre las emociones básicas y universales con las que venimos al mundo y nunca dijo explícitamente que el hombre descendiera del mono, como mucho lo igualó respecto a la anatomía. No es una conclusión pero estos días oí a alguien decir que si el hombre descendiera del mono sería más humano de lo que es. En cualquier caso todos hemos de estar de acuerdo con él cuando afirmó que el amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo humano.

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