Repite: El mundo está en paz y yo también

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sábado, 26 de octubre de 2013

EL MENDIGO QUE SE LLAMA COMO EL REY



Estaba sentado en un banco del paseo más céntrico de la ciudad, apenas se daba cuenta de que a su alrededor los niños jugaban en los columpios sobre el césped sintético, saltaban y corrían formando una gran algarabía con sus risas.  Me acerqué con un refresco y un paquete de almendras, extendió sus manos para aceptarlas y me miró con unos ojos negros y diminutos, parecían perdidos en la noche más oscura, tan negra como lo es el mundo del alcohol.  Era su rostro un campo incendiado quemado por los soles y los vientos.

-  Me llamo como el Rey, ya sabes, Juan Carlos.

 Con una voz suavemente imperiosa le propongo:

- Cómetelas, están tostadas y son buenísimas.  ¿Qué edad tienes?

- Tengo 37 años.  Mi madre murió de cirrosis en el hospital, pero no por beber, era natural de Ricla, mi padre era taxista y yo ya ves, la bebida me llama, yo no la quiero pero ella me sigue -cuando habla de cirrosis se lleva la mano al punto exacto donde se encuentra el hígado-  ¿Conoces el Proyecto Hombre?, pues allí y en la Parroquia me quieren mucho y me tratan muy bien pero no puedo volver porque he recaído.

- ¿No tienes más familia? - le pregunto-

-  Sí, hermano y hermana, pero llevan su vida, también soy tío, tengo sobrinos y no puedo verlos.

Sale por su boca un torbellino de palabras que me impide intervenir.

-  Nací en el barrio La Paz y ¿sabes una cosa? han llegado a esta ciudad extranjeros con un lenguaje extraño, ten cuidado, vienen a robar, ayer querían quitarme mis bolsas y como no me dejé me llamaron una palabra muy fea.
Para poner énfasis a lo que dice, agranda sus ojos mientras me habla.
Días más tarde le regalé una mochila granate, todavía la lleva, me dijo que intentarían quitársela y que pedirá a la Policía que le asignen un guardaespaldas, -sonreí por la descabellada idea-.  Todas las mañanas hay alguien que le sujeta el brazo y le pide que le entregue la recaudación.  Cómo podía yo imaginar que entre los sin techo también hubiera mafias.



Continúa hablándome muy educadamente,  tras esa ropa descolorida se esconde un alma de niño viejo, es la pésima apariencia de un ser humano vestido del mismo color que su vida, de cabello y uñas sucias y probablemente enfermo.  Doy un repaso rápido de los pies a la cabeza y lo que veo ante mi es un hombre joven, de elevada estatura que debió ser muy guapo, con la piel enrojecida e inflamada y  los dientes muy negros y cariados, dentro de una boca insana.

-  Me duelen las muelas, me han dado un paracetamol, allí en el consultorio -me señala con su mano el centro médico-.  Me lo tomo con vino, me hace efecto con vino.

-  Con vino no, Juan Carlos, con leche

Sigue sosteniendo su tesis con firmeza.

-  La leche me gusta pero el vino me gusta más y no puedo dejarlo, soy aragonés y terco.  Ya he recaído dos veces y dice Lucía, la asistenta social, que no me admite porque no tengo remedio.

Cuando toca mi turno imito su dramatismo al gesticular mientras le hablo con la intención de asustarle.


-  Si bebes te dolerá el estómago, vomitarás y acabarás muriendo joven, como tu madre.


- No me digas eso, que no quiero morir.


Lo que yo no puedo imaginar en ese momento es que él me pedirá un mes más tarde:


-  Deséame la muerte, que no puedo más.


Me lo pedirá mirándome con infinita tristeza y se le escapará un hondo suspiro que en mi aflicción parecerá escapado de mi propio cuerpo.

Me fijo en el abrigo, algo corto pero que encaja perfectamente en un cuerpo cada vez más escuálido, lo guarda para las madrugadas frías de Zaragoza.

-  ¿Cómo sabes que tengo dolor de estómago muy fuerte? -lo has adivinado-.


-  Porque lo sé -le digo tajante- tira esa caja de vino y no te gastes en bebida el dinero que te da la gente que te quiere ayudar.


-  Mira esos chicos que están allí, me han dado un billete -me dice-. 


Con rapidez me enseña sacando de su bolsillo un billete de 10€ y me pregunta:

-  ¿Es mucho dinero?

Yo le respondo que es el suficiente para desayunar de aquí al viernes.





No sabe que existe el Hogar San Blas, un centro de día y consigna para personas sin hogar.  Me escucha hablar con atención de ese lugar donde poder guardar sus pertenencias y tomar un refrigerio en un ambiente donde descansar y relacionarse.  Juan Carlos es uno de esos 187 que duermen en portales o cajeros, otros tantos lo hacen en refugios de caridad.  Actualmente las políticas sociales insuficientes obligan a poner en marcha proyectos de índole privado para mitigar en la medida de lo posible tan dramáticas situaciones.  El Hogar San Blas se ubica en el número 7 de la calle del mismo nombre, así que le digo:


-  Allí podrás dejar tus cosas personales, tendrás desayuno y merienda, espacio de convivencia, juegos y libros, conocerás a personas que te aconsejarán y te acompañarán a hacer gestiones y a buscar ayuda.  No te olvides de ir, aquí te anoto la dirección y mañana te traeré un saco, porque vas a necesitarlo.


-  Un saco no, es pronto todavía para el saco, hace calor en el cajero.


No asiste a ningún comedor de beneficencia, me dice que le da apuro, tampoco pide limosna cuando se sienta en el paseo, pero no pasa desapercibido y la gente le auxilia. Algunos días le veo abrir la tortilla de patata precocinada y la come sin sacar del envoltorio.

Si en alguna ocasión las bicicletas van a toda velocidad, él me aparta a un lado con su frase habitual: 

-  Cuidado reina, que te pueden atropellar, pero no te acerques mucho a mí que llevo moscas.  Si, si yo quiero ir limpio y tener salud pero vivo en la calle...


-  Todas las mañanas te veo cuando paso por aquí, camino del trabajo.  Le hablo mientras me mira fijamente con una mirada que a ratos indica una huida mental más que verdadera comprensión de mis palabras.


El que ofrece de corazón no se hace preguntas.  Es muy duro que un hombre tenga que estar tirado en el suelo, sin cariño de nadie, tan bajo como un canto rodado.  Este hombre que un día fue un bebé, criado por sus padres con amores y mimos y llevado por sus hermanos de la mano, era un niño que crecía feliz, tenía toda la vida por delante, con los frutos dulces y los horizontes amplios...

Ingenuos, inocentes y débiles, caen y recaen... mientras espero respuesta, sabiendo que las peticiones van en abrumador crescendo y la mía es sólo una más.  Algunos llaman a este transeúnte, mi protegido, pero hoy yo no soy capaz de decir: "dichosos los que saben asumir el dolor", porque el "ten compasión de mi" es estar con el que está solo y preguntar ¿qué quieres que haga por ti?.  Curiosamente siempre es él quien me dice esa frase cada día, con deseo de corresponder a mis pequeños gestos, tan diminutos, que no son casi nada.

Al día siguiente:


-  Buenos días Juan Carlos, te traigo un café con leche y un bollo, en la bolsa hay un bombón, un azucarillo, cucharilla y servilleta.


-  Sí, ya sé que todo eso es muy bueno pero no puedo comer nada, me duele el estómago, llevo litro y medio de vino en el estómago y no me ha sentado bien.  


Lo dice con una mueca de dolor a la vez que reconozco mi asombro de que esa cantidad de vino no le haga el mínimo efecto, aquel que me haría a mí.


-  Está caliente, desayuna delante de mí para que yo lo vea y esa caja te la tiro ahora mismo.


Hace meses que lleva una bolsa de plástico con dos paellas y las conserva como oro en paño, se las regalaron en una tienda.  Dice que no quiere entretener a Pilar, que es una buena amiga como yo, pero no que no está bien robarle tiempo.

A regañadientes se lleva el vaso a la boca, bebe un sorbo y me dice:

-  Cuánto bien me haces pero a veces el café está muy caliente y me quemo la lengua -su voz es un reproche cariñoso-.  Desde pequeño he tomado batidos de chocolate, nunca me he drogado, en casa se bebía mosto, ahora duermo en el cajero del BBVA y tengo que madrugar y sacar los cartones antes de que vengan a trabajar.



Me asegura que está feliz porque otro mendigo le ha regalado su sombrero.  Aún no sabe que mañana le pedirá que se lo devuelva porque sólo se lo prestó y se enzarzarán en una discusión en la que llegará a llamar al otro, ¡egoísta!.

-  Heredé de mis padres millones de las antiguas pesetas, mis hermanos vendieron el piso, me dieron mi parte pero sin casa tuve que buscar una pensión, no encontraba trabajo y un día se acabó el dinero, todo empezó cuando llamaron a la policía para echarme de allí y tuve que dormir en la escalera.  

Desconoce que no debía salir de casa de sus padres y que el piso no debió venderse, un soltero tiene derecho a quedarse en el hogar si sus padres han fallecido viviendo con él. Dudo que me escuche pero me despide con un “que tengas un buen día”.


Hoy


-  Hola Juan Carlos ¿cómo estás? -siempre que lo encuentro sentado, lleva las piernas cruzadas,  de manera elegante-


-  ¿Quien eres, reina? ¿De qué me conoces?


-  Soy la chica de las almendras


-  Ah, sí,  la del café y la mochila.  Sabes una cosa, a mi me conocen muchos actores y actrices que vienen a Zaragoza al teatro, me gusta mucho Elisa Matilla y siempre me saluda Concha Velasco.  No veas qué bien trabajan, me encanta el cine y el teatro.


Le veo cara de entusiasmo cuando habla de Esteso, de Manolito Royo y Marianico el corto, tres humoristas zaragozanos. Ya no es el joven agresivo de ayer, que andaba envuelto en un olor nauseabundo, hoy es lunes y lleva camisa nueva, le queda un poco grande pero está limpia, hay esperanza en sus ojos y su cutis está impecablemente afeitado. 


-  ¿Tienes pareja?- me pregunta-


No le digo que sí ni que no, sólo sonrío porque me sorprende la pregunta.


Con la lucidez impropia de un alcohólico y antes de que yo responda, va y me dice con un gesto contrariado.

-  Seguro que tienes novio, ¡qué pena me da, reina!, ¡qué pena!.




Yo podía dar una limosna a su cuerpo, pero su cuerpo no le dolía, tenía el alma enferma y yo no podía llegar a su alma.
Herman Melville


(Esta historia es real). 

62 comentarios:

  1. Hola, Loli

    Precisamente esta semana hice una entrada sobre este mismo tema, la indigencia, así que leí con gran interés te relato.
    Sabemos que siempre hubo pobres y ricos, indigentes, esos seres ignorados que ni tan siquiera lloran porque no les quedan lágrimas. Un mundo cruel y egoísta, ese es nuestro mundo. Nos engrandecemos de ser humanos y...¿que somos? Tantas cosas me repatean. También se que no todo es podredumbre; existe mucho altruismo a nuestro alrededor pero la cosa no avanza; el mundo es como una noria que da vueltas para ir a parar siempre al mismo sitio
    Un abrazo
    Fina

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    1. Hola Fina, aunque a ratos Juan Carlos aporta a este texto un toque simpático, ciertamente es un joven agradable, sin embargo, su situación impresiona y no guarda relación con situaciones que hayan podido suceder en nuestras vidas.
      El protagonista sabe que si no le ayudan a salir del alcohol, no podrá hacerlo por sí mismo. Es un hombre tremendamente atormentado que se pregunta constantemente qué sentido tiene la vida. Bien quisiera dar respuesta con todas las posibilidades y miserias pero ante esta circunstancia especial, encuentro más patente mi limitación humana y tan sólo soy una persona preocupada.
      Que tengas un buen fin de semana.
      Un beso

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    1. Hola Julio, cuántos sentimientos recogen las imágenes.
      Sorprende que personas de distintos ambientes se acerquen a los transeúntes y les dediquen un poco de tiempo. Hace unos días, un joven ejecutivo le llamaba al mendigo ¡amigo mío! y le daba un apretón de manos, alegrándose sinceramente de verlo. Fue un instante asombroso, ambos reían, creo que podemos y debemos hacer muchas cosas, hasta llegar a un compromiso concreto, como humanos que somos.
      Un beso y buena tarde.

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  3. La realidad supera a la ficción :pensamos que solo esto puede suceder en película pero tal cómo lo cuentas es cada día mas real ver estas escenas.En estos lares el problema son los drogadictos el motivo no es otro que al tener el mono se vuelven violentos y no controlan sus impulsos.Se acogen a la labor social,pero aunque tienen sus dosis de Metadona no hacen nada por integrarse.Pero el caso de Juan Carlos es tríste: que no se deje ayudar porqué se nota que tiene una lucidez dentro de este infierno que es el alcoholismo.Pero él mísmo lo reconoce que recae y que pierde todas sus oportunidades.

    Loli:una labor la tuya y la de todas las personas que os dedicais a estos menesteres: esto nunca se acabará por desgracia ,estamos en una sociedad que sobran las palabras pero las intenciones brillan por su ausencia...

    Me has dejado una tristeza y a la vez una reflexión de que esta sociedad esta matándose lo digo por la edad que tiene Juan Carlos.Cada día hay más desencanto!

    Un abrazo feliz fin de semana.

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    1. Hola Bertha, primero habría que preguntarse qué mensaje necesita escuchar el hombre moderno. Decía Sainte.Beuve, "la gente se endurece en parte, se pudre en otra, mas no madura".
      Con su adicción, Juan Carlos se ha convertido para sí mismo en un grave problema pero tiene una familia que se han desentendido por completo y de la que no espera ningún apoyo y esa es la realidad que desequilibra.
      Tenemos que estar con los que sufren, ellos piden ser reconocidos, su realidad no aparecerá como enemiga nuestra sino como compañera de este viaje en el que estamos metidos todos.
      Escribimos sobre la pobreza no para contentarnos con las respuestas vagas que nos dan, sino tratando de ser críticos, bastante nos cuesta no poder dominar con eficacia tantos males.
      Buen fin de semana, amiga. Un fuerte abrazo.

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  4. Loli, lo triste de esta historia es que sea real, y no hay una sino muchas parecidas. Una reflexión que nos hace ver tantos seres que sufren soledad y mal para salir de nuestra comodidad. Gracias
    Un beso y que seas feliz

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    1. Hola Ángela, por nuestra actitud, el mundo se nos ha vuelto extraño y hay demasiados heridos. Me pregunto de dónde se puede sacar acopio de fortaleza cuando se vive vagando, en qué momento se comienza a sentir pavor y angustia, cómo se siente una persona con el alma tan triste. Los sufrimientos de los pobres e inocentes desenmascaran las relaciones en las que muchas veces domina el carácter antihumano, nos enseña lo frágiles que son el amor y la libertad, cuántos motivos existen para la denuncia o qué situaciones son las de mayor urgencia.
      Un beso y feliz fin de semana.

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  5. Una historia, mil historias, en cualquier lugar, la soledad prendida de la pobreza, crece en las calles del mundo ante la mirada esquiva de quienes detentan un poder que no merecen. Abrazos mi amiga. Excelente artículo.

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    1. Hola Zunilda, conocemos la verdadera entraña del problema pero de poco sirve la inteligencia reflexiva del hombre si no se sabe calibrar debidamente, no hay forma de alcanzar la transformación adaptativa si una persona se niega. La tarea más difícil es sacar a alguien de la nada, devolverle el deseo de ser y conducirle al cambio pero en este caso, una mente oscurecida y debilitada no puede ver con verdadera certeza.
      Que tengas un feliz domingo. Gracias por tu visita. Un abrazo

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  6. No hacía falta que pusieses al final que es una historia real.
    Qué pena que no se deje ayudar y que continúe bebiendo vino. Lo cierto es que hay muchos Juan Carlos como él, y por desgracia cada día habrán más.
    Un abrazo

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    1. Hola Paca, van pasando los meses y yo, que sigo de cerca este caso, veo un abismo infranqueable. Hasta me alegro que este invierno venga con retraso. Tantos poderosos, tantas conquistas y ante nuestros ojos asombrados, veremos soportar silenciosamente el frío, el hambre, la sed.. Hay personas que existen únicamente para ser devoradas por otros mayores que ellos.
      Un beso y que pases un buen día.

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  7. Loli Dramáticas situación la que vemos cada día más a nuestro entorno, algunas veces por los vicios y otras por la crisis que muchas personas padecen y viven a la misericordia de otras personas.
    Loli fabuloso articulo para reflexionar feliz domingo

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    1. Hola José Ramón, aquí estamos en esta lucha en la que la alegría deberá ganar la batalla a la penas. Si para cualquier persona es de por sí difícil diseñar el futuro, mucho más lo es recuperar la ilusión perdida. Nos acecha una enorme incertidumbre que pone al descubierto nuestra fragilidad como personas, si a esto le unimos el bajo nivel formativo y la dependencia de otros para subsistir, remontar es una cuesta arriba. Cuando las calles se llenan de pobres podemos estar seguros de que "algo no marcha".
      Buen domingo, amigo y feliz semana.

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  8. Querida Loli. Dura y triste realidad, cuantas personas por desconocimiento pueden llegar a situaciones así, te digo esto por el tema de la casa de sus padres.
    Lo estaba leyendo y os veía.
    Lo mejor de todo es que existe gente como tú, sin duda Juan Carlos no lo olvidará, aunque no deja de causarme dolor la situación.

    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Querida Olga, de nosotros depende que sigan existiendo hermanos hambrientos para quienes una mano amiga puede ser importante, desposeídos de todo lo que en el mundo se considera valioso, van desnudos y la desnudez es un clamor y ocurre que a veces una se siente que predica ineficazmente aunque se trate por todos los medios de seguir el sendero de lo justo. Tantas justificaciones hacen que muchos culpables acaben siendo inocentes y quedan impunes de muchas inmoralidades. Todos podemos de una manera u otra, poner al servicio de los demás la gracia que tengamos, por otro lado, estas personas pueden tener fuerza en su lucha pero cuando la espera se va alargando, el esfuerzo se enfría.
      Un beso, amiga. Que estás en mi pensamiento ya lo sabes. Te deseo una buena semana.

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  9. Jolines...pura realidad.... Un beso desde Murcia....

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    1. Hola alp, en cuanto te tomas tiempo para crear lazos, nos sorprenden grandes soledades, porque la frontera de la injusticia puede encontrarse a escasos metros de nuestra casa y es más importante un detalle pequeño que una gran abundancia.
      Un beso desde Zaragoza

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  10. Cuantos Juan Carlos hay en el mundo. Buenos Aires se parece a tu ciudad. Están los que los grupos solidarios de la ciudad, que acompañan y los llevan a alberges gratuitos, pero pronto escapan, no quieren sentirse obligados.

    Muy triste y real.

    mariarosa

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    1. Hola María Rosa, precisamente las fotos fueron tomadas en Brasil, lo cual nos indica que cualquier sociedad en el mundo tiene sus víctimas, hay muchos lugares en los que los contrastes son fuertes, desde coches lujosos y grandes rascacielos, a gente sin hogar. Ahora se habla de requisar sus mantas y colchones y eso me parece un gesto de desprecio y de poca humanidad. En Zaragoza no he oído que ocurra eso, me parecería que no hay conciencia. Dentro de los mismos albergues dicen que no duermen tranquilos por temor a un robo.
      Yo siempre pienso en la infancia de esas personas, en su fecha de cumpleaños, de qué forma volverán a contar con la aceptación de los demás y sobre todo, cómo van a quererse a sí mismos para salir adelante.
      Una situación terrible para este dilema moral.
      Gracias por tu comentario y un fuerte abrazo

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  11. Por desgracia estas historias son reales en nuestras ciudades cada dia con mas frecuencia.Y tenemos una constitución que dice que toda persona tiene derecho atener un techo.Donde esta ese derecho.UN abrazo

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    1. Hola lurdes, por desgracia ellos no esperan nada del porvenir, el futuro es una mancha negra, no les atrae, están cerrados a esperar, a encontrar nada y a ser felices. Los días se hacen largos, duros, monótonos y la persona cada vez más abatida.
      A estas alturas ya sabemos que las leyes son palabras y las palabras pasan, las obras no, los Estados tienen el egoísmo perfecto por eso todo lo que hagamos por el prójimo no caerá en saco roto, lo digo convencida, el hombre tiene que ser otra cosa muy distinta de lo que es y no hay otra vida que nos autorice a desinteresarnos por lo que ocurre aquí y ahora.
      Un abrazo, amiga. Buenas noches.

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  12. Por desgracias en todos los paises vemos personas que sufren a la vera del camino, arropados con lo que tienen y sobreviviendo como pueden... es triste porque mueren en esa soledad de adentro que no tiene solución tanto como la falta de recursos.

    Un beso

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    1. Hola Luján, esta mañana el viento era helado y encontré a Juan Carlos en manga corta, caminaba despacio y sin rumbo, es una amargura tener que ver eso, entonces se piensa que tal vez la palabra sea lo único tibio, la palabra que alivia y reconforta, el primer saludo de la mañana, la pregunta con verdadero interés. Por la noche, tras los cristales del cajero puede verse su sombra a solas.
      Cada uno de nosotros tenemos que seguir denunciando estas situaciones, reclamando el respeto. Las calles del mundo deben llenarse de voces que exijan a los gobiernos actuaciones reales. La calle es un medio brutal para los pobres y pasar de largo sin mirar significa tolerar y consentir.
      Buenas noches, amiga. Un beso.

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  13. Querida Loli, por desgracia esto está pasando en todas partes. Nos encontramos con Juan Carlos por todas partes y ¿qué podemos hacer? Lo que tú haces, hablar con él, la palabra, la atención es la mejor dádiva cuando ya su cuerpo está impregnado de alcohol... Pero en Estados Unidos los sin techo están por todas partes, el país más rico? Una sonrisa, es ya una aceptación de su existencia. Cuando yo era niña, había en el pueblo una casita para estas personas, y allí vivían de la limosna, ahora ni eso tienen. Y mientras tanto, los políticos asentados en sus sillones de oro. Tenemos que denunciarlo cada día más... Un beso. Ya te escribo.

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    1. Querida Julie, Juan Carlos se ha refugiado en el alcohol y lejos de olvidar las penas, se le duplican. Y aunque me resuene en el corazón profundamente tanto lamento, sé que no está en mi mano la disminución de su dolor, un dolor que va parejo con el hambre, el frío, la ignorancia, la pobreza y la incomprensión. Por eso, a la pregunta ¿qué debemos hacer? surge en muchas personas, el afán de trabajar por hacer un mundo hermano empezando por los intereses tan cercanos y tan universales. La vida está inquieta, los comportamientos vacíos, el amor débil y las necesidades acuciantes, se me ocurre que tenemos en crisis la confianza en el hombre-gobernante.

      Un beso y feliz domingo.
      Siempre encantada de tener noticias tuyas.

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  14. ¡Qué pena, Loli!
    La realidad es dura y màs para estas personas que no tienen ni hogar ni familia en la que apoyarse.
    Buena entrada y necesaria.

    Besos, bonita.

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    1. Towanda, creo que cuando una persona se encuentra tan mal es muy difícil que pueda cambiar sus pensamientos para encontrarse mejor, a pesar de todo, el protagonista de esta historia tiene buenas emociones, la gratitud es una de ellas, recuerdo otra emoción, la del entusiasmo cuando le invitaba este verano a tomar un helado. Tenía que contar esta historia y darla a conocer, es el relato sobre un joven atrapado en sus malas circunstancias.

      Gracias, besos y buenas noches.

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  15. Hola Loli.
    Paso a saludarte desde el espacio de Leticia, pasaba para desearte una buena semana y y darte un abrazo y me encuentro con esta publicación que no se ha reflejado en mi espacio.
    Veo que has encontrado uno muy parecido al que cuando voy, veo en el centro, cerca del mercado sentado en un portal, triste esa vida ambulante y sin esperanza, y gracias a almas como la tuya y otras que siempre dejan algo de ayuda en su corazón, pero tampoco eso llega para lo que se necesita.
    Triste y real historia nos dejas aquí.
    Un abrazo.
    Ambar

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    1. Hola Ámbar, están en todas partes, en los periódicos, en la televisión, se anuncian como tragedias, son la mala noticia de los titulares y mientras el mundo sigue con su miedo y su avaricia, pero tan importante como los proyectos transformadores a pequeña escala, es la reivindicación y la dura crítica. Resulta estremecedor que la peor prisión del mundo sea vivir en la calle, quedarte sin hogar y ser olvidado por los tuyos.
      Poco se puede hacer pero sí preguntar ¿cómo te sientes?, escuchar y tratar de no atraer más situaciones de lamento, sino aquellas que cambian el modo de pensar y ayudan a tomar otro rumbo.
      Me alegra tu visita, un fuerte abrazo.

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  16. Hola Loly, esta historia real, es el pan de cada día y nos sentimos impotentes sin saber qué hacer. Lo que ha hecho la protagonista es muy acertado…esas personas… más que comida necesitan amor y compañía. La dependencia a las drogas y al alcohol, destruye…muchos caen en esto porque viven en soledad y falta de afecto.
    Muy bueno concientizar al público a través de este medio.
    Un beso y buen día.

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    1. Hola Ceciely, no hay respuestas rápidas y los días van pasando, la ayuda con dinero, comida, etc. puede ser útil pero hay que estar en contacto con las personas, explicarles y ayudarles a afrontar su situación sin esperar resultados inmediatos, necesitan otra oportunidad.
      Se nos cae el alma a los pies cuando vemos formas de vivir que ahondan en la escasez absoluta, es frecuente no apreciar lo que tenemos y esta entrada sirve para darnos un baño de realidad.
      Un beso y buenas noches.

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  17. Nunca he llegado a comprender como la familia se despreocupa totalmente de un familiar suyo. Es que no se lo encuentran nunca en la calle y ven en que estado e encuentra...
    Es una pena la cantidad de personas que viven en la calle hoy día.Como no les da vergüenza a nuestros políticos a la situación que nos están llevando.
    Triste historia.
    Un beso.

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    1. Hola Laura, yo tampoco puedo entender cómo duermen tranquilas personas que saben que su hermano está en esa situación.
      Conocer a Juan Carlos ha sido muy revelador, me ha dado una lección contundente y me ha hecho ver que no es fácil y que hay mucho por hacer, ese es el mensaje final, él representa a todo individuo vulnerable, aquel que no sabe cómo salir adelante y está en serio peligro, por otro lado, cualquier mendigo necesita hablar con alguien, están más abiertos al diálogo de lo que creemos. Es mucha la gente que ya no lucha en esta sociedad tan empobrecida.

      Un beso y buenas noches.

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  18. Gracias, Loli, por tu comentario-interpretación. Y felicidades por este texto, impresionante y pleno de sensibilidad y de amor.

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    1. Muchas gracias Antonio
      Aquí dejo un poema tuyo, con tu permiso. Es muy oportuno para el tema que nos ocupa.

      Del odio poco sé: pasó el invierno
      y mis copos de nieve se fundieron
      en arroyos de olvido transparente.
      Mas siempre, ante los ojos
      abiertos a la noche del mendigo,
      ante el bostezo de la indiferencia,
      ante el hombre cercado por el miedo,
      ante la mano que maneja el hacha
      cercenadora y cruel, ante las lágrimas
      de la triste paloma encadenada,
      o ante cualquier dolor sin argumentos,
      yo siento un borbotón de sangre antigua
      que me crece y me sube hasta los dientes
      como un viento de muerte amanecida.
      Entonces, derrumbada
      mi frágil armadura, me maldigo
      como cómplice mudo de esa herida,
      regreso a mis trigales, a mis ríos,
      me busco el corazón y al fin lo encuentro
      en un sueño de rabia e impotencia,
      en un sueño rebelde
      de llanto dolorido.

      Disculpa esta apropiación indebida de tan excelente poema.
      Un abrazo

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  19. Con mis mejores deseos, feliz fin de semana.
    Un abrazo.

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    1. Hola Diego, recibo esos deseos que tan cariñosamente preparas cada semana para mí. Te agradezco la visita y te deseo un buen fin de semana.
      Un beso

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  20. Infelizmente histórias parecidas com esta aparecem cada vez mais por todo lado....
    O número de sem-abrigos em Portugal é estrondoso, sendo nas principais cidades o número maior.
    Os sem-abrigo são pessoas como nós, apenas sem um tecto onde viver.
    Portanto não percebo como é que esta sociedade é capaz de discriminá-los, em vez de os ajudar...
    Cumprimentos

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    1. Hola Fernando, llevas mucha razón, es menos frecuente ver la pobreza en un pueblo pequeño que en una gran ciudad y lejos de prestar ayuda, se les discrimina o se les mira mal, con esto, la actuación humana no es la que debiera ser. Hay obstáculos insalvables pero tenemos que manifestar nuestra preocupación y evitar que la indigencia sea cada vez mayor.
      Un fuerte abrazo.

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  21. Siempre me sorprende que el enfermo de alcoholismo encuentre su provisión para mantenerse en esa línea. Increíble que a pesar de no tener trabajo, y vivir el rol de la marginación etc. etc. etc., pasan años en lo mismo. Sabemos que la adicción al alcohol debe recibir un tratamiento. La voluntad del enfermo tiene muchos que ganar al vicio , una de las llaves es tener conciencia de la enfermedad en la que se cae cosa por demás difícil de aceptar. Un problema social tratado con conmiseración de tu parte Loli. Pero recordemos que no sólo hay alcohólicos tirados en la calle, los hay que caen en lechos de sábanas de lino y conduce a lo mismo, la decadencia del ejercicio de vida. Nunca vamos a poder con ello, pocos se salvarán, parece que es parte de la historia de la humanidad hasta hoy. En la que vivimos no es la excepción. En Chile, los indios mapuches padecen alcoholismo crónico,en Alaska se les ve tirados en las esquinas a "causa" de su tristeza. El gobierno (quién usurpo sus tierras) les paga mensualmente un sueldo digamos por esa expropiación (????) y compran bebida. En México en muchas poblaciones indígenas aisladas o no, han poblado micro universos en ese estado. En Ecuador mastican maíz y lo escupen en una olla y se fermenta volviéndolo una bebida alcohólica muy preciada... ejemplos por doquier ¡Terrible!
    Cuando era estudiante de Psicología (me salí al segundo años de la universidad aprobé las materias todas pero me pareció impensable en mí vida, el trato cotidiano con la parte oscura del hombre, no va conmigo ), uno de mis maestros comentaba que tener un paciente alcohólico era una renta segura??? Qué brutal su comentario en todo sentido. Por ejemplo, las adiciones a las sustancias que contienen teínas (cafeína o té ) son algo parecido y aceptado socialmente y ahí es donde aparecen para muchos jóvenes y de todas las edades los peligros. La voluntad y la conciencia de la enfermedad en la se cae y el aceptarlo es lo que refuerza los valores para poder salir de eso. De las adicciones las hay muchas, desde la necedad, el sexo, el alcohol, los chocolates... hasta los refrescos de cola, los que contienen cafeína, por eso que muchos no pueden dejar de beberla, al contrario su consumo es más cada día.
    Loli, gracias a entradas de escritoras talentosas como tú, es que nos permiten reflexionar de muchas maneras a tus lectores.
    Un traer a la conciencia son los temas de tus reportajes ( temas conocido que se ofrece desde un punto de vista particular) como este, gracias por darnos la oportunidad de la reflexión.
    Un gran abrazo y mi afecto de siempre.

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    1. Ay, Leticia, amiga mía. Tu comentario de psicología me da pie para contarte algo parecido. Mi profesor en una ocasión tuvo que seleccionar personal para una empresa, uno de los candidatos presentó un currículum en el que aparecía un periodo de tiempo vacío entre una fecha y otra, al preguntarle en la entrevista, el joven contestó que esos dos años había estado meditando en La India, pues bien, mi profesor no lo seleccionó a pesar de comprobar que tenía un expediente excepcional y experiencia. Aquellos dos años fueron nefastos para el aspirante a la hora de buscar empleo. Indignada levanté la mano y pregunté dónde estaba el problema y el profesor me respondió que una gran empresa lo que menos necesita es una persona espiritual.....

      Me has recordado el consumo del cacao y una bebida aunque no la mencionas, la chicha, tan popular en toda América. Hemos visto muchas veces la forma de prepararla en Ecuador, masticando el maíz para luego escupir a una cuba de agua caliente, tal como hacían los incas, afortunadamente hoy se utilizan al comercializarla, otros procedimientos para su fermentación
      En cualquier caso, si Juan Carlos no tuviera una conducta adictiva, sería igualmente un indigente, por carecer de vivienda y de un empleo que le permita vivir. El alcohol no es el único problema, no hay que pasar por alto las circunstancias familiares y afectivas que le rodean, totalmente deterioradas y contando con que las creencias, metas y valores son muy distintos en cada familia.. El consumo de alcohol sigue ampliamente difundido en los medios de comunicación, es una droga social, lo mismo que el tabaco, en ambos los efectos son nocivos. Si anteriormente no había bebido, ha sido el encontrarse en esta situación lo que le ha inducido a desarrollar su adicción.
      Existen programas de apoyo pero no es algo que pueda obligarse, el afectado tiene que querer asistir voluntariamente.
      Gracias por tu aportación.
      Un beso y todo mi cariño.

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    2. Loli, sí, tienes razón, nunca podemos aislar ningún caso para dictar una opinión. Toda acción humana tiene siempre un marco de referencia.
      La conciencia de su problema no le resuelve nada. Realmente los programas de reinserción a la vida social son muy difíciles de resolver, pues el ambiente tiene un gran porcentaje de injerencia en todos los casos, y en la mayoría no cambia, sigue igual (padres golpeadores, madres prostitutas, familia desintegrada son algunos ejemplo) y no da la oportunidad a las persona de reintegrarse después del tratamiento si las cosas a su alrededor siguen igual. En las terapias para estos casos, la familia debe participar cualquiera que sea la adicción y si no existe como tal o no hay la voluntad de parte de su ambiente, los resultados son cada vez más inciertos. Así, al alcoholismo hay que ganarle cada día, cada minuto de toda la vida. Mucho refuerzo de parte del medio en que habite esa persona. Gracias nuevamente por tu reportaje y su importancia para la reflexión de nosotros tus lectores. Un abrazo querida Loli.

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    3. En estos momentos creo que Juan Carlos ha recapacitado y se ha decidido a solicitar ayuda, la salud comenzaba a quebrarse y yo no lo veía como una persona que acepta la situación que tiene y se acomoda a ella para seguir así por muchos años. Juan Carlos me decía: "mira que soy tonto, me veo así por mi mala cabeza" y cuando alguien reconoce su culpabilidad está en el camino de poder recuperarse o al menos, de intentarlo una vez más. Para eso tendrá que poner voluntad de su parte, todo no lo puede hacer el trabajador social. Yo me alegraría mucho porque es una buena persona y porque me gustan los finales felices.
      Un abrazo.

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  22. Es una pena, cada día hay más, y más jóvenes. Conocí a uno de ellos, era de Madrid, bebía mucho lamentablemente, pero tenía un corazón de oro. En el Refugio no pueden con todos los que van, pero a los desayunos puede acudir todo el que quiera, y la verdad es que son abundantes y les ayudan a pasar el día y a llevarse algo caliente. Gracias a Dios, cada día hay más personas que se implican en echarles una manilla. Un abrazo muy grande Loli.

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    1. Buenas tardes, Pepe, cuánta gente habrá pasado por el Refugio, llevan muchos años de recorrido y allí hay personas muy preparadas que trabajan en la atención de carácter integral, lo sabes mejor que yo, en sus proyectos hay constancia. Es bueno que su trabajo salga a la luz, siempre son grandes los resultados logrados por pequeños que parezcan. Por supuesto, creemos en el aporte de los voluntarios que con su entusiasmo van en busca de un futuro ilusionante
      Mi abrazo y el deseo de una feliz semana.

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  23. Hola, Loli:

    Una historia triste, pero muy humana, lamentablemente hoy en día los jóvenes caen muy fácilmente en esa adicción y las entidades estatales hacen poco o nada por ayudarles.

    Juan Carlos es una de tantos que hay en el mundo sufriendo su tragedia y su soledad.

    Un abrazo.

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    1. Hola Rafael, desgraciadamente los recursos no aumentan, las personas con problemas sí, en estos momentos falta apoyo para concretar las líneas estratégicas y poder priorizarlas. No hay presupuestos suficientes para hablar de conquistas sociales y de grandes retos en este pobre mundo y las instituciones siguen pidiendo ayuda ante el número creciente de pobres que llaman a la puerta.

      Un abrazo y que pases una buena semana.

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  24. Hola Loli, efectivamente es una historia triste y más visible en nuestros tiempos, desde siempre han habido estas o parecidas historias, el caso es que a su manera se sientes felices y muchos no desean cambiar, por más que les quieras ayudar y una se siente impotente.
    Gracias por tu sensibilidad y amor a pobre.
    Un abrazo
    Sor.Cecilia

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    1. Hola Sor Cecilia, yo no sé exactamente si las instituciones rechazan a quienes han recaído, en este caso estaríamos abandonando a su suerte a una persona con poca fuerza de voluntad y a la cual le cuesta integrarse.
      Hay muchas historias que afectan negativamente las vidas de personas.

      Gracias por su visita, buenas noches y un abrazo.

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  25. Hola Loli.
    Lamentablemente estamos en este momento donde los "otros" cada vez somos más, porque lo que hoy es mañana se nos presenta de otra manera, es decir, no sabemos cual será nuestro destino.
    Muestras la otra cara, tan común por desgracia, desde ese plano de la mirada comprensiva y humana que tanto necesitamos todos. Gracias por mostrarnos un espejo donde los rostros son cambiantes...
    Un beso.
    Bsa.

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    1. Hola Moon, antes de nada quiero decirte que no puedo acceder a tu blog, en uno de ellos no está la opción de dejar comentario y en el otro, es de acceso restringido, te lo digo por si me echas en falta.
      En cuanto al tema de este post, no podemos desentendernos de las experiencias que hacen surco, marca de alguna manera conocer estas situaciones de precariedad y poco importa que la persona sea buena o mala, si cae desde un sexto piso, acabará chocando contra el suelo.
      Quise contar este caso que conozco tan de cerca, me gustaría que Juan Carlos luchara y saliera adelante y un día, pudiera yo escribir una segunda parte totalmente distinta.

      Un beso, amiga. Que tengas buena semana.

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    2. Hola Loli, los blogs los tengo parados por razones de tiempo fundamentalmente. He dejado uno abierto, porque alguna vez tengo ese deseo de subir algo... cada vez más espaciado.
      Un beso.

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    3. Gracias Moon, me tranquiliza saberlo, te comprendo perfectamente, yo tampoco puedo dedicarme a él todo lo que desearía pero me apetece seguir.
      Un beso

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    1. Que pases un buen fin de semana, amigo Diego. Deseo que sigas bien.
      Un abrazo.

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  27. Respuestas
    1. Mil gracias, Diego. Que sea un buen fin de semana para ti y tu familia, es un deseo que hago extensivo a todos los que pasen por aquí.
      Un beso

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  28. Respuestas
    1. Hola Diego, aún me queda algo de tiempo para responder a tu incondicional mensaje semanal. Muy agradecida estoy por ello.
      Abrígate que hace frío.
      Un abrazo.

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  29. Te deseo felices días de fiesta y fin de semana.
    Un abrazo.

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    1. Buena falta me hace este puente para descansar y bajar el ritmo o cambiar de aires.
      Felicitaremos desde aquí a quien se llame Inma o Conchi.
      Un abrazo.

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