Soria. El Mirón y el río Duero |
El pasado día 11 mi blog cumplió siete años y desde aquí, quiero empezar compartiendo este pequeño viaje y agradeceros con esta entrada vuestra amistad, así cada día de todos estos años he podido dedicar un rato a pasearme por el mundo desde esta ventana, y llegar hasta vosotros, hombres y mujeres y llenarme de gratitud, con el corazón ensanchado cada cada vez que me llegaba un nuevo amigo, y he sentido el silencio, el pasado rico en experiencias, el caminar ligero de equipaje, la huella en la piel de unos y otros, la distancia, con vista a lo lejos, el amor por las fronteras, el cariño por las tierras generosas y buenas, la torpeza para escuchar, el no esperar nada, la ayuda en alguna tarea, el contacto sereno con el mundo, la sombra del amigo cercano y tierno en este camino que todos vamos pisando, en fin... creo que no alcanzarían las páginas para mencionar a todas las personas, cada cual con su historia personal tejida de ese algo que impulsa a salir en busca del otro, por eso hoy son muchas las personas queridas que desfilan por mi mente, seguidores de este espacio que siendo muy mío no tiene nada de especial pero sí está lleno de testimonio de vida, de comentarios y discusiones. En mi nombre, felicidades y gracias de verdad por lo mucho que habéis aportado.
Para esta celebración he preparado un post sobre Machado y espero que os gusten mis fotografías.
Podía haber puesto por título: ¡Menudo panorama! porque así lo sentí al recorrer esta ciudad retratando su hermosura.
El Mirón es una zona que da al río Duero y al monte de las ánimas, el que inspirara al poeta Bécquer su popular leyenda, y cuenta con vistas a la ermita y al casco antiguo de la ciudad de Soria.
Este es el Monasterio de San Juan de Duero, levantado por los caballeros hospitalarios, un lugar excepcional para los amantes del románico. Sus arcos trenzados del claustro merecen la pena, así como sus capiteles labrados. Bellísmo, misterioso, inspirador
Desde el verano de 1909 hasta el verano de 1912, Antonio Machado pasó los días más felices de su vida en esta ciudad, junto con su joven esposa Leonor. La historia de su amor y de su temprana muerte nos llevará al Paseo de San Saturio, el Instituto, el casino, la iglesia donde se casaron, el cementerio del Espino...
"Camino de mirar. Mirón. Miradas de antiguo amor a la ciudad dormida que tiende sus blancuras, confiada del viento a las caricias....". Antonio Machado
Iglesia de Santo Domingo dorada por el sol de la tarde, de bellísima portada y una de las más ricas del románico español. Machado no era un habitual de las iglesias, pero venía a ella por amor, acompañando a Leonor.
En la mesa, tomando su café, otro poeta, Gerardo Diego, quien subió a Soria a soñar.
La Casa de los Doce Linajes, hoy Ayuntamiento
Iglesia de San Juan de la Rabanera.
"Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido". Antonio Machado
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el sol del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!
Ermita de San Saturio erigida sobre dos grutas naturales. |
La plaza Mayor con sus edificios nobles.
Son muy recomendables la librería Las Heras y la pastelería Nueva York para llevar un recuerdo comestible (mantequilla dulce, paciencias y la típica costrada de hojaldre y crema).
Pasear sin prisas por Soria es una experiencia que no todo el mundo ha vivido. Esta ciudad moderna y actual sigue conservando bellos tesoros de su pasado artístico. En Soria el verano se nos hace primavera.
La alameda de Cervantes es un parque llamado por sus habitantes "La Dehesa", cuenta con cafeterías, biblioteca al aire libre, una ermita y una hermosa rosaleda. Arriba a la derecha vemos un palomar.
Siluetas de Machado y Leonor. Un sencillo monumento de la pareja, recortado en metal. |
Mira el Moncayo azul y blanco, dame tu mano y paseemos". Antonio Machado